A medida que el tiempo transcurre, las estaciones avanzan implacables y dejan su huella en nuestra piel, grabando en nuestra memoria momentos inolvidables de su paso. Algunas se deterioran con el tiempo, cayendo en un olvido similar al de un árbol en descomposición. Pero en estas páginas, me gustaría detener ese flujo continuo de las estaciones, retenerlas solo un instante más para disfrutar de cada una de ellas, para que podamos saborear la esencia de cada temporada.
Que el aroma a tierra mojada y la sensación del agua escurriendo entre los dedos, puedan emerger de estas páginas y transportarnos a lugares en los que la naturaleza nos regaló su esplendor. Que este libro sea como un riachuelo hacia otros tiempos, en el que los sentidos se despiertan y la imaginación fluye, como una hoja arrastrada por el viento.
